lunes, 21 de abril de 2014

Calle Melancolía




Como quien viaja a lomos
de una yegua sombría
por la ciudad camino,
no preguntéis a donde

busco acaso un encuentro
que me ilumine el día
y no hallo más que puertas
que niegan lo que esconden. Las

chimeneas vierten
su vómito de humo
a un cielo cada vez
más lejano y más alto

por las paredes ocres
se desparrama el zumo
de una fruta de sangre
crecida en el asfalto. Ya

el campo estará verde,
debe ser primavera
cruza por mi mirada
un tren interminable

el barrio donde habito
no es ninguna pradera 
desolado paisaje
de antenas y de cables.

Vivo en el número 7
calle Melancolía 
quiero mudarme hace años
al barrio de la Alegría

pero siempre que lo intento
ha salido ya el tranvía
en la escalera me siento
a silbar mi melodía.

Como quien viaja a bordo
de un barco enloquecido
que viene de la noche
y va a ninguna parte

así mis pies descienden
la cuesta del olvido
fatigados de tanto andar
sin encontrarte. Luego

de vuelta a casa
enciendo un cigarrillo 
ordeno mis papales,
resuelvo un crucigrama

me enfado con las sombras
que pueblan los pasillos
y me abrazo a la ausencia
que dejas en mi cama, Trepo

por tu recuerdo
como una enredadera
que no encuentra ventanas
donde agarrase. Soy

esa absurda epidemia
que sufren las aceras 
si quieres encontrarme
ya sabes donde estoy.